viernes, 16 de julio de 2010

Sobre el cerebro, el lenguaje y las habilidades para expresarnos (www.elcastellano.org).

Menos de la cuarta parte de un segundo. Eso es lo que tarda el cerebro humano en encontrar la palabra adecuada para expresar una idea y transformarla en un lenguaje hablado, lo que para muchos científicos repreenta una muestra más de la asombrosa capacidad cerebral, superior a la computadora más avanzada.

«Una palabra bien elegida puede economizar no sólo cien palabras, sino cien pensamientos», afirmó el célebre matemático francés Henri Poincaré hace más de un siglo. Décadas antes el poeta y filósofo alemán Friedrich von Hardenberg, más conocido como «Novalis», había señalado que «las palabras son la configuración acústica de las ideas».

Lo que ambos, científico y pensador, ignoraban es que, aunque a «las palabras se las lleve el viento», como afirma el refrán popular, pasan de la mente a la boca como un rayo, según acaba de demostrar una pionera investigación de científicos españoles, de acuerdo a la cual nuestro cerebro tarda menos de medio segundo en encontrar la palabra que queremos pronunciar.

Una investigación de la Universidad Pompeu Fabra y el Instituto Catalán de Investigación y Estudios Avanzados (ICREA), en Barcelona, señala que el cerebro humano tarda menos de medio segundo en encontrar la palabra que la persona necesita pronunciar; es decir, lo que quiere decir, en una alocución.

Actividad cerebral

Según el psicólogo Albert Costa, profesor e investigador del ICREA y uno de los responsables del trabajo, la investigación se refiere a la rapidez con la que el cerebro accede a la información asociada a la palabra y cuánto tipo tarda en seleccionar la palabra exacta para el discurso hablado.

Se trata del primer análisis que proporciona una evidencia directa de la actividad cerebral en tiempo real. Cuando el cerebro comienza a identificar palabras y las empieza a procesar, según el investigador.

Los expertos han descubierto que nuestro cerebro trabaja a mucha velocidad en el procesamiento del lenguaje y la información asociada a las palabras. Necesita alrededor de 180 milisegundos para hacer esta operación y obtener la palabra se queremos pronunciar en la producción corriente del lenguaje hablado.

El estudio

Para llegar a esta conclusión, los investigadores analizaron la actividad eléctrica cerebral de unas 25 personas, por medio de un electroencefalógrafo. Así establecieron el primer momento en el que los individuos acceden al léxico.

Según Costa, el lapso que transcurre desde que una persona ve un dibujo de un objeto hasta que abre la boca para decir que eso es un objeto determinado, es de 700 milisegundos, pero sólo se necesitan 200 milisegundos para que su cerebro encuentre la palabra asociada a ese objeto en particular.

El doctor Costa y su equipo creen que este mapa temporal ayudará a comprender mejor la habilidad humana de hablar y a ofrecer nuevas herramientas para explorar por qué se producen los fallos en el lenguaje hablado y otros errores del discurso en personas sanas o con daños cerebrales.

Lenguaje, la voz de la mente

A través de las palabras nos comunicamos, podemos comprender a otros y hacernos comprender, expresamos e intercambiamos nuestras ideas, sentimientos y emociones, podemos cautivar, seducir y convencer a los demás, o provocar en ellos desasosiego y rechazo. El tono de voz, la inflexión, la pausa, permiten captar la atención del otro, o al contrario invitarle a que se distraiga.

La palabra, esa destacable herramienta que nos hace humanos y racionales, diferenciándonos de los animales, y que funciona como un auténtico puente entre nuestra mente y las de otras personas, es uno de los asuntos centrales abordados por la psicología, o ciencia de los procesos mentales, una de cuyas ramas se denomina precisamente «psicología del lenguaje».

Según la psicóloga Irene Alonso, experta en habilidades sociales, «las deficiencias en la capacidad de comunicarse, con frecuencia se deben a un aprendizaje deficiente de estas habilidades durante la infancia y se reflejan en escollos como no saber cómo entablar una conversación con un desconocido, cómo hablarle al jefe para solicitarle algo o cómo pedir algún cambio a nuestra pareja».

«Estos problemas pueden solucionarse mejorando las habilidades de comunicación de la persona, trabajando en la forma y en los contenidos de su expresión», señala Alonso, quien explica que las denominadas «terapias de habilidad comunicativa» incluyen un entrenamiento de la persona para que se exprese de forma más eficaz y correcta y el análisis de sus propias ideas para que pueda cambiar la percepción negativa sobre sí misma.

«Entre las personas que más pueden beneficiarse de las técnicas de habilidades, figuran aquellas que quieren que su comunicación sea más eficaz, que quieren expresar o comunicar lo que quieren, lo cual no logran porque su mensaje no llega o llega mal a su interlocutor, debido a la sumisión o la agresividad excesivas con que lo emiten», señala Irene Alonso.

Según la experta, «algunas personas tienen dificultades para hablar, expresarse u opinar, porque debido a razones de educación o tradición, piensan que no tiene derecho a hacerlo, porque creen que pedir o negar algo está mal o asumen que su punto de vista es siempre menos importante que el de los demás».

«Otras, en cambio son muy ofensivas al expresarse, dando gritos, elevando la voz o golpeando sobre la mesa, lo cual hace que su mensaje rechazado o mal interpretado por los demás», finaliza.

viernes, 9 de julio de 2010

Ignacio Bosque: lenguaje chats y Nueva Gramática.

EFE Y ELCASTELLANO.ORG
El uso de los emoticons (iconos cibernéticos), y la escritura abreviada en los chats (conversaciones) de Internet no amenazan a la buena gramática, aunque existe el peligro de que se incorporen al idioma en otros ámbitos, según el gramático y lingüista español Ignacio Bosque.

En una entrevista con EFE, Bosque se refirió al manejo del idioma desde que se incorporó a la cultura el envió mensajes por chat mediante el teléfono móvil, a lo que comparó como un asunto de moda, pero que, recordó, ya se usaba de alguna manera por los egipcios en los papiros.

"El peligro que yo veo es si no se mantiene ese uso, o moda, en el teléfono móvil o el chat y se incorpora a otros ambientes, como por ejemplo contestar un examen formal escrito, pero creo que los jóvenes son conscientes de que son instancias distintas", apuntó.

Bosque, académico de la Real Academia Española (RAE), visita Panamá para presentar la Nueva Gramática de la Lengua Española, obra cuya elaboración coordinó y es "un trabajo monumental de once años entre 22 academias de la lengua", que representan a más de 400 millones de hispanohablantes.

"Cambiamos nuestra forma de hablar según el interlocutor, pero los registros son importantes, por eso sabemos que el peligro está en querer usar una sola variable", acotó. No obstante, expresó que los emoticons y la escritura abreviada podrán convivir con el uso del idioma en paralelo porque "existe una conciencia muy extendida sobre el uso correcto de los registros idiomáticos, no creo que existan peligros lingüísticos" para el castellano, argumentó.

Además, los emoticons son "interjecciones visuales, no entran en la sintaxis, los jóvenes usan iconos para expresar estados de ánimo, no importa el idioma, pero eso no son verbos", apuntó.

"Lo que sí me llama la atención es que con el chateo ya no se miran a los ojos, llegan a su casa y siguen sin verse a la cara y la comunicación es más que eso, es mirarse", reflexionó.

Ante esta realidad y el nuevo manual de gramática, que tardó 80 años en ser actualizado por las academias de la lengua, Bosque enfatizó que a los hispanoparlantes se les debe crear la conciencia de que "la lengua es algo personal".

"Está en nuestra mente, es patrimonio propio, no es algo sólo para o de los académicos", dijo.

"No son el adorno de las ideas y sí importa que sea correcto el uso del idioma, por eso tenemos que enseñar a los jóvenes a que no piensen que no tiene nada que ver con ellos, porqué el idioma está en su mente", agregó.

Por otra parte, detalló que la nueva gramática tiene una edición completa, de 4.000 páginas, una segunda en formato manual, de mil páginas -que recomendó a periodistas y editores- y "en noviembre saldrá a la luz una edición de bolsillo, para estudiantes, que será de trescientas páginas".

Admitió que se está analizando "subir" a internet una edición electrónica de consulta de las normas de gramática. Apuntó que de la edición completa se publicaron alrededor de 50.000 ejemplares y su precio de venta en Panamá es de 180 dólares, mientras que el manual llegará en las próximas semanas.

"Esta es una obra colectiva y colegiada entre 22 academias, que recoge tanto el español compartido, como el español diferencial, es una gramática pan hispánica, no dictada desde la Real Academia Española, sino la continuación de un cambio iniciado hace once años por la Asociación de Academias, que debió producirse antes, de síntesis y consenso", dijo. En opinión de Bosque, la obra debería renovarse cada cinco años y la próxima podría coincidir con el tricentenario de fundación de la Real Academia Española, en 2013.